DETERRENCE

El año es 2008. Las fuerzas militares de los Estados Unidos de América han sido movilizadas hacia Corea y el Mar de Japón. Al timón se encuentra Walter Emerson, el antiguo Vicepresidente, quien asumió la oficina a la muerte del adorado Presidente Buckingham. Ahora, en medio de las elecciones primarias presidenciales, Emerson ha estado enfrentando preguntas sobre su compatibilidad con el puesto. Su campaña llega a Colorado cuando una feroz tormenta de nieve cierra el estado entero. Emerson y su séquito buscan refugio temporal en la Cafetería de Morty en Aztec, Colorado. Aquí Harvey, el dueño, y su mesera/esposa Katie están esperando que se acabe la tormenta mientras atienden a los pocos clientes que están atorados en la cafetería con ellos.

Emerson ve los resultados de la elección en el canal de televisión IBS de noticias con su Jefe de Asesores, Marshall Thompson, y su Consejero de Seguridad Nacional, Gayle Redford. Al pasar las noticias de su victoria en una elección primaria crucial, la transmisión es interrumpida con la noticia sobre una invasión a Kuwait. Las fuerzas de la Naciones Unidas que mantienen la paz han sucumbido y han matado a algunos americanos. Una vez más el agresor es Iraq, esta vez guiados por Udei Hussein. Agarrados completamente por sorpresa, Emerson tiene una conferencia telefónica con sus Secretarios de Estado y de la Defensa y varios otros consejeros para atestar rápidamente la situación. Al ponderar varias opciones, Emerson se dirige a la nación desde la Cafetería de Morty con la ayuda de un equipo de camarógrafos que han estado siguiendo al Presidente a través de su campaña. Durante su discurso, que es transmitido mundialmente por IBS, Emerson se dirige a la gente de Iraq directamente y les advierte que si Udei Hussein no se retira de Kuwait dentro de una hora, Emerson hará lo que una vez se creyera impensable....

Dejará caer una bomba atómica en Baghdad.

En una hora y media.

Lo que sigue son los giros políticos y emocionales que guía la decisión de Walter Emerson en si deba llevar a cabo su amenaza. Debe tomar una acción sin la ayuda de sus más cercanos consejeros, sin la ayuda del tiempo, y con el conocimiento de que no tiene el mandato de la nación.

Cada sonido del reloj, cada orden dada, crea una nueva orden mundial. Al final de la película, las palabras de Gayle Redford suenan más ciertas que nunca: "El futuro no es lo que solía ser."