La Huella del Fantasma.
Brebaje Fantasmal.
De regreso a casa.
El Fantasma de la Opera llega a México.


La huella del Fantasma

Cameron Mackintosh

Mi primer contacto con el Fantasma ocurrió una fría mañana de febrero de 1984 mientras tomaba un buen baño caliente. Andrew Lloyd Webber me llamó por teléfono para conversar. Durante la charla me comentó su idea de hacer un musical basado en El Fantasma de la Ópera. Aun con la piel arrugada como pasa, reconocí que a Andrew se le había ocurrido otra buena idea.

Para mi sorpresa, la idea inicial de Andrew para la partitura fue usar obras clásicas famosas y escribir la música incidental. Sin embargo, después lo convencieron de volver a leer el libro y escribir él mismo la partitura, lo que me dio una gran alegría.

Todos los años en julio, Andrew organiza un festival de música en su casa, en Sydmonton. El plan para el verano de 1985 era presentar un borrador preliminar del Primer Acto del Fantasma. Richard Stilgoe, quien colaboró con Andrew en las letras de Starlight Express, aceptó participar en el proyecto y Maria Bjšrnson, nuestra diseñadora, logró, como por arte de magia, que se montara en una iglesia con asientos para cien personas, ubicada en el jardín del frente de Andrew. Incluso se las ingenió para que cayera la lámpara de araña. Muy entusiasmados por la acogida que tuvo El Fantasma en aquella ocasión, decidimos continuar con el proyecto en serio. A principios de junio de 1985, Andrew se topó con Hal Prince en la ceremonia de entrega de los premios Tony en Nueva York. Cuando le dijo a Hal en qué estaba trabajando, éste le respondió que él también había estado pensando en montar un musical romántico. ¡Habíamos encontrado a nuestro director!

Nuestras deliberaciones nos llevaron a Charles Hart, joven y talentoso letrista que habíamos descubierto en el Concurso de Escritores Musicales Vivian Ellis. Aunque no había ganado el concurso, recibió grandes elogios de todos los jueces como letrista.

Los ensayos de la producción original se iniciaron el 18 de agosto de 1986 en Londres. Hal Prince y Gillian Lynne reunieron a un elenco maravilloso y luego de varias semanas de un emocionante caos, El Fantasma se estrenó en Her Majesty´s Theatre el 9 de octubre y se convirtió en uno de los musicales más exitosos presentados en Londres. Nuestro trío original de estrellas obtuvo un triunfo similar dieciocho meses después en Broadway, donde la obra todavía se representa en el Majestic Theatre, y desde entonces El Fantasma ha seguido cautivando al público de las principales ciudades de todo el mundo. Ahora, cuando la obertura se inicia y la lámpara de araña de casi 500 kilos adquiere vida, la leyenda de El Fantasma de la Ópera vuelve a nacer en lo que esperamos que se disfrute como una buena obra romántica musical a la antigua.


Brebaje fantasmal

Charles Hart

Estaban sirviendo café cuando, una luminosa tarde de abril de 1986, tomé asiento en el Salón de Música del cuarto piso del Palace Theatre, en Londres. La regia decoración se abatía sobre mí con su peso imponente. Frente a mí estaban sentados Andrew Lloyd Webber y Cameron Mackintosh. Mi tarea para el fin de semana había sido asimilar la famosa y breve novela de suspenso de Gaston Leroux, El Fantasma de la Ópera. El proyecto (ya bastante avanzado) era montar la novela como musical. ÀQué consideras que puedas aportar a esta empresa?, me preguntaron. Pronuncié un incómodo discurso de promoción personal.

De los meses que siguieron, conservo infinidad de recuerdos imborrables: la primera vez que vi los asombrosos decorados de Maria Bjšrnson en forma de modelos, acompañados de una interpretación y resumen personal del director Hal Prince ; la primera visión aterradora de un anuncio periodístico en el que me daban los créditos de un libreto que, en aquella época, apenas había empezado; un fin de semana de trabajo solitario en la oficina de George Abbott, veinticuatro pisos arriba del tráfico de Nueva York.


De regreso a casa

Gillian Lynne, 1986

Para mí, trabajar en el montaje y la coreografía de El Fantasma de la Ópera de Andrew Lloyd Webber ha sido como regresar a casa. Tuve la suerte de criarme en un gran teatro de ópera, The Royal Opera House, Covent Garden en Londres, y en este caso estamos contando una historia ambientada en otro teatro magnífico, la legendaria Ópera de París, la Opéra Populaire de nuestro escenario. La estructura fundamental del Teatro de la Ópera estaba constituida por gente común y corriente como tramoyistas, ayudantes de camerino, profesores particulares y las siempre diligentes petits rats, el cuerpo de ballet, jovencitas empujadas por su familia a trabajar durante largas horas a cambio de una miseria. Por arriba de ellas estaban las fanáticas ma"tresses de ballet, las divas, los tenores y, por último, los poderosos y enigmáticos empresarios. Estos personajes fascinantes eran tan cautivadores para la aristocracia como lo eran para el pintor Degas, quien los plasmó de una manera tan vívida en las pinturas que todos hemos visto desde nuestra infancia. He intentado mostrar un poco de este exótico mundo en la escenificación de los sextetos del empresario, los ballets y el gran Baile de Máscaras.

Un gran teatro de ópera es un microcosmos de vida teatral y apegándonos a las melodías de Andrew Lloyd Webber, Hal Prince y yo hemos intentado transmitir una idea de las diversas energías y personalidades de hace más de un siglo, con la esperanza de que hoy los cautiven.


El Fantasma de la Opera

llega a México

*Se trata del musical original de Andrew Lloyd Webber*

Después de La Bella y la Bestia ahora otro gran espectáculo de corte internacional se escenifica en nuestra ciudad. Se trata del mundialmente famoso musical de Andrew Lloyd Webber El Fantasma de la Opera, estrenado en diciembre de 1999 en el Centro Culturla Telmex, teatro 2, en una producción de The Really Useful Theatre Company, Mat Theatrical Entertainment y OCESA Presenta.


Es una historia llena del más puro romanticismo, enmarcada en el compás de suaves y dulces melodías que alegran, estrujan y sobresaltan el corazón. Además posee una excelente dosis de intriga y peligro enmarcada en la seductiva oscuridad parisina del siglo pasado.

Genuino, seductor, espectacular, romántico, espléndido son algunos de los calificativos de este suntuoso espectáculo que ha sido producido en las principales ciudades del mundo. Su contenido es altamente emotivo, atrapa y envuelve el espíritu. Pone al descubierto algunos puntos de la frágil naturaleza humana. Crea conciencia de la importancia del equilibrio entre luz y sombras en la vida, no en balde la obra ha ganado millones de seguidores en todo el planeta.


El Fantasma de la Opera de Andrew Lloyd Webber posee un alto vuelo lírico, habla directo al corazón. Para ello se vale de un atemperado y fantasioso dinamismo, utiliza una amplia gama de imágenes visuales y acústicas. Sus protagonistas viven una memorable pasión en medio de una telaraña de engaños, conspiraciones y rivalidades. El suspenso, la aflicción, el
embeleso y asombro son algunos de los múltiples ingredientes de este relato amoroso.

Su escenificación en nuestra metrópoli es un gran reto que reune a un equipo técnico y artístico de primera. Es la primera vez en la historia de este exitoso espectáculo que es montado en la lengua de Cervantes. Así, Angel of Music, The Phantom of the Opera y The Music of the Night, entre otras melodías clásicas, podrán ser escuchadas en español. Es una gran producción a la altura de las que se ven en Broadway y en el West End de Londres. A más de diez años de su estreno en la capital del Reino Unido, El Fantasma de la Opera ha pasado a la historia como uno de los musicales más exitosos, ha roto muchos récords, ha recaudado más ingresos que la famosa película Titanic, y es sinónimo de hasta dónde puede llegar la imaginación y la creatividad del ser humano.